Esmaltes al fuego

Desde tiempos de los egipcios la técnica del esmalte al fuego ha conservado su hipnótica esencia: fascinantes transparencias de color sobre metal abren un juego de luces que iluminan la pieza conviertiéndola en una auténtica joya. La mágia de su composición es el resultado de un delicado proceso de alquimia mediante el cual obtenemos los esmaltes minerales que se aplican a capas con dedicación y paciencia y se someten a temperaturas que oscilan los 800 grados. Numerosos pasos de composición y colorido ponen en nuestras manos una pieza eterna de belleza inalterable.

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